La Fiscalía de Atacama obtuvo una condena cercana a los 20 años de presidio efectivo en contra de un hombre responsable de graves delitos cometidos en un contexto de violencia de género y violencia intrafamiliar, hechos que afectaron a una mujer y a sus hijos menores de edad en la comuna de Copiapó.
Los antecedentes del caso fueron expuestos ante el Tribunal de Juicio Oral de Copiapó por el fiscal adjunto Ariel Guzmán Moya, quien explicó que los hechos investigados se registraron en distintos episodios a partir de julio de 2024. En esa fecha, el condenado agredió violentamente a su expareja, para luego, en septiembre del mismo año, atacarla con un arma blanca. En este último episodio, además, causó lesiones graves a dos hijos menores de edad de la víctima, tras lo cual se dio a la fuga.
La investigación fue desarrollada por la Fiscalía de Atacama junto a detectives de la Brigada de Homicidios de la PDI Copiapó, quienes reunieron los medios de prueba que permitieron acreditar la responsabilidad del acusado. En el proceso investigativo tuvo una intervención directa la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía Regional, instancia que coordinó diligencias especializadas, entre ellas la Entrevista Investigativa Videograbada a los menores, cuyo registro fue incorporado como prueba en el juicio oral, junto con la declaración escrita de la víctima.
“El trabajo investigativo permitió acreditar la participación consumada del acusado en los distintos delitos, logrando su condena. En esta causa, además, el Servicio Regional de la Mujer y la Equidad de Género, Sernameg Atacama, actuó como parte querellante”, señaló el fiscal Guzmán.
El persecutor destacó que para la Fiscalía de Atacama los delitos de violencia de género constituyen una prioridad institucional, dada la profunda afectación que generan en las víctimas. En ese sentido, subrayó que se desarrolló una atención multidisciplinaria orientada tanto a la investigación penal como al acompañamiento de las personas afectadas.
En cuanto a la sanción, el tribunal condenó al acusado a 10 años y un día de presidio como autor del delito de femicidio frustrado; 5 años y un día de cárcel por homicidio frustrado; 3 años y un día por lesiones graves; y 541 días adicionales por el delito de desacato, considerando que al momento de los hechos mantenía vigente una medida judicial de prohibición de acercamiento a la víctima. En total, el condenado deberá cumplir una pena que bordea los 20 años de privación de libertad.